En las canteras de marés el cantero es el primer actor sobre la naturaleza, sus técnicas de extracción crean lenguajes plásticos que nos dan la clave para comprender la identidad del paisaje surgido.
El artesano cantero (trencador), tradición y arte de la extracción del marés, es el creador de las canteras. Su técnica manual a golpe de escoda se puso al servicio de la piedra.
Su trabajo es el de la escucha de la calidad del marés a la búsqueda de la mejor veta de extracción. De esta relación surgió el espacio laberíntico, irregular y de formas orgánicas, reflejo de la estructura interna de la tierra formada en este caso por piedra de marés; de escaleras minerales talladas, creadas con cada nueva capa de piedra excavada, útiles para la evacuación de los bloques.
El gesto oblicuo del cantero crea el plano inclinado de las paredes gravadas con pequeños gestos y puntos, testimonio de la energía paciente y rítmica de su intervención.
A partir de los años 60 del siglo XX se introduce en las canteras la vagoneta sobre raíles que se desplaza hundiendo en la piedra sus dos sierras circulares. La ley impuesta por la máquina es un lenguaje de planos y ángulos rectos, creando grandes y profundos espacios abiertos.
El cantero se pone al servicio de una máquina que no selecciona la calidad de la piedra, la extracción se vuelve absoluta produciendo espacios cúbicos monumentales. Sus vertiginosas paredes acogen el dibujo de las marcas de la radial, rítmicas incisiones verticales y esporádicos círculos grabados.
Un mundo de blanco pétreo que nos domina y acoge en el silencio.